viernes, 22 de agosto de 2008

Uno de los temas más queridos dentro de la iconografía pompeyana es la representación de los amores de Marte y Venus. Representados aisladamente, acompañados por erotes, sirvientes u otras divinidades, la pareja sagrada puebla las paredes decoradas en el III y en el IV estilo. Ya se trate de casas humildes o las más señoriales es muy común encontrar su representación, cambiando únicamente la calidad de las pinturas.
.
Tratándose Venus de la divinidad protectora de la ciudad de Pompeya no es de estrañar la presencia de su figura dentro del contexto doméstico, aunque sí sorprende el aspecto carnal de estas composiciones, en franco contraste con su imagen de Venus Física, representada como diosa victoriosa.
.
Durante el período que dura el III estilo pompeyano la mayor parte de estas composiciones parten de un original griego desconocido en el que Marte aparece tras Venus, sentada, acariciándole uno de sus pechos, aunque se trate de una Venus recatada, completamente vestida, lo más con una túnica semitransparente que deja traslucir la forma del pecho. Sin embargo, en el último período de vida de la ciudad, en el que se desarrolla el IV estilo, esta composición cambia dando lugar a una escena mucho más erótica en la que Venus aparece semidesnuda abrazando a Marte, normalmente desnudo y con el casco dispuesto a sus pies. Esta transformación en el estilo de su representación quizá se deba a la teatralidad que se impone durante el reinado de Nerón, más que a una relajación de las costumbres romanas.
.
El ejemplo de arriba era el emblema de una decoración del III estilo que decoraba el tablinum de la Casa de Marco Lucrecio Fronto, y hacía pareja con el Triunfo de Baco y Ariadna, haciendo alusión en ambos casos a parejas sagradas íntimamente relacionadas con la ciudad de Pompeya, Venus por su condición de protectora de la ciudad y de sus campos, y Baco por su condición de protector de las viñas y jardines, tan prósperos y tan importantes dentro de la economía pompeyana.
.
Como ejemplo del III estilo aparece Venus entronizada y vestida de púrpura con Marte detrás suyo, acariciándole uno de sus pechos; aunque estas figuras son casi anecdóticas al aparecer tantos personajes en la composición. Desplazada a la izquierda, la escena de hierogamia se rodea por otras divinidades, probablemente divinidades matronales y nupciales no reconocibles, además de Mercurio y Cupido.
.
Por su riqueza cromática y su compleja composición quizá se trate de una de las más bonitas imágenes que tratan este tema, a pesar del efectismo que poseen algunas de las composiciones del IV estilo, mucho más cercanas a la visión moderna del tema.

No hay comentarios: