jueves, 3 de julio de 2008

Completando el tríptico iniciado con Penteo he dispuesto el mito de Medea; tema muy popular en la iconografía clásica, sobre todo después de la escenificación de la tragedia de Eurípides. Una de las composiciones que mayor fama consiguió fue la de Timómaco de Bizancio, de la que se supone que el ejemplar de arriba es una copia. Decoraba el ambulacro del peristilo de la Casa de los Dioscuros en Pompeya, y ejemplares similares se han descubierto en otras viviendas de Pompeya o Herculano, variando mínimamente la composición, tal era su fama.
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Quizás sea uno de los temas que mejor refleje el castigo de la hybris y, unido a su trágica historia de amor, la hacían muy del gusto de los comitentes romanos. Esta composición, por regla general, se asocia con otras relativas a historias de amor fatal: Fedra, Helena, Ariadna... y, en ocasiones, ha llegado a dar nombre a alguna casa, como la denominada Casa de los Amores Fatales, que presentaba una estancia decorada con las figuras de Medea, Fedra y Helena.
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Como ya dije en el inicio de mi andadura en este blog, Medea es una de mis figuras mitológicas favoritas por lo que no he podido resistirme a incluirla en las decoraciones de la casa de Vibia Sabina.
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Por lo intrincado del mito, adjunto un enlace con su historia:
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2 comentarios:

Fujur dijo...

Hermoso el cuadro y el mito... muy interesante. Nemea me suena a algo más, debo revisar mi libreta de teléfonos! jeje un abrazo!

El llano Galvín dijo...

Ja, ja, ja! Si conoces a alguna Medea debe ser tremenda. Hay nombres que condicionan a la persona que lo lleva y creo que éste es uno de ellos.
Si la encuentras en tu agenda avísame...
Un abrazo!!!!