lunes, 25 de agosto de 2008

Las pinturas murales del IV estilo pompeyano se caracterizan por presentar numerosos detalles decorativos repartidos por su superficie: guirnaldas, candelabros, pebeteros, figuras flotando sobre superficies neutras o albergadas en el interior de falsas hornacinas, etc. Dichos elementos acostumbran a ser meros motivos ornamentales, sin embargo, en ocasiones en medio de tal profusión decorativa encontramos figuras inspiradas en pinturas o esculturas célebres.
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Esto es poco común y sólo ocurre en casas pertenecientes a la élite pompeyana, quizá no tanto por ser personas especialmente cultivadas como por poder contratar a artistas de alto nivel con un repertorio decorativo inspirado en obras griegas clásicas o helenísticas. Un ejemplo de ello lo encontramos en la Casa de los Vettii en Pompeya, una ostentosa vivienda decorada completamente en IV estilo con magníficas copias de originales griegos.
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Un detalle del oecus "q" de dicha casa muestra una copia de un original helenístico, de autor desconocido, muy célebre en Pompeya, el sátiro aposkopos. Como se puede ver arriba se trata de un joven sátiro desnudo que porta en su mano derecha el pedum o bastón curvo de los pastores, mientras con la izquierda cubre sus ojos para protegerlos del sol. Es más que probable que esta figura formase parte de un grupo dionisíaco, pero los ejemplares llegados hasta nosotros lo han hecho aisladamente, ya sea a través de pinturas como las procedentes de la Casa de los Vettii o de Marco Lucrecio Fronto, o de estatuas como la procedente del jardín de la Casa de Marco Lucrecio.
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Son muy destacadas estas copias de obras célebres, porque de muchas de ellas no hay más que referencias bibliográficas o no se han reconocido entre las múltiples estatuas mutiladas que decoraban los museos arqueológicos de medio mundo, aportando una información valiosísima ya que suelen aparecer completas. De todos modos Pompeya ha aportado escasas copias de originales clásicos, siendo Herculano la que mayores y mejores ejemplos ha conservado, especialmente por el descubrimiento de la fastuosa Villa de los Pisones o de los Papiros, que albergaba más de cien esculturas de mármol y bronce que copiaban célebres obras griegas.

2 comentarios:

sandra dijo...

es como una fotografia antigua...

El llano Galvín dijo...

De hecho lo es, a principios del siglo XX se hicieron muchísimas fotografías de una calidad extraordinaria que aportan una información impagable, tantas cosas se han perdido!