domingo, 2 de noviembre de 2008

El mobiliario romano de ostentación se encontraba plagado de apliques e incrustaciones de diversos materiales que enriquecían una sencilla estructura de madera. Ya fuese bronce, plata, marfil, hueso, vidrio... el material empleado para embellecer el mobiliario, siempre lo hacía sobre una base de madera de calidad, que variaba dependiendo de la zona del Imperio en que fuese fabricado. Aunque esto es lo normal hay excepciones y se han descubierto piezas fabricadas en bronce o plata, lo que habla de la suntuosidad a la que se podía llegar en algunos momentos.
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Son pocos los muebles que se han descubierto completos o que permiten conocer su estructura original, pero los ejemplares conservados hablan de una opulencia que recuerda a las Cortes europeas del Barroco. Los cofres de Éfeso y Cumas o el trono ritual de la Villa de los Papiros de Herculano muestran una rica combinación de maderas nobles y placas de marfil bellamente labradas.
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Sin embargo, éstas son excepciones y lo normal es el descubrimiento de elementos aislados que permiten imaginar un mobiliario pesado y, en ocasiones, muy recargado. Los museos de medio mundo se encuentran poblados de elementos de dificil contextualización y que no son más que simples adornos que enriquecían dichos muebles. Por regla general se trata de pequeños frisos, plaquitas y máscaras de tema teatral o dionisíaco, puesto que habitualmente los muebles de ostentación decoraban salas de representación y de celebración, como oecus o tricliniums, aunque también son frecuentes las escenas de sacrificio o los bárbaros vencidos, más adecuados para otros ambientes como atrios o tablinums.
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Elegir un elemento entre la infinidad de adornos conservados es francamente difícil, pero a mí siempre me ha gustado esta pequeña cabeza de sátiro coronado de hiedra, fabricada en marfil, que probablemente rematase una herma de madera de calidad y que haría pareja con otra figura semejante, funcionando como soportes de un pequeño mueble, tal vez un asiento o un escabel. Como siempre en estos casos procede del área vesubiana, probablemente de Pompeya, y da una idea de la riqueza que podía presentar el mobiliario de una rica casa romana.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Es asombroso darse cuenta de la de datos que nos proporciona la arqueología. Me encantan estos pequeños adornos de distintos muebles; lo cierto es que ayudan a imaginar el mobiliario romano y reducen las dificultades a la hora de pensar en la casa romana antigua. Un abrazo.

Fujur dijo...

Hay dos cosas que me sorprenden del asunto:

1)La ostentación de la que eran capaces los romanos...
2) cómo no han cambiado tanto los métodos, y resultados, de la metalurgia ornamental. De hecho, los buenos herreros siguen siendo artesanos. No puedo dejar de mencionar, aquí, al gran herrero de Medinaceli (Soria), no me ha pagado jeje! pero es un artista consumado! Casi como el Perdices de Alcolea del Pinar (Guadalajara).

El llano Galvín dijo...

Hola M@riel!!
Desde luego que ayudan a imaginar el mobiliario, aunque es casi seguro que nos equivocamos en su forma y composición. Creo que tendemos a imaginar el mueble de un modo absolutamente clásico y algunos de los ejemplos conservados rompen con ello. Intentaré colgar alguna cosa. Un abrazo!!!

El llano Galvín dijo...

Hola Javier!!
Pues tienes razón en que no han cambiado mucho las cosas, sólo los motivos decorativos y las herramientas empleadas. Los artesanos no dejan de serlo por utilizar alta tecnología, siempre hace falta buena mano.
No conozco a ninguno de los herreros que citas pero no dudo de su capacidad; en los pueblos hay gente con un "oficio" que da cien vueltas a cualquiera.
Yo ahora también me he convertido en artesano (enmarcador además de restaurador, claro) porque mis oposiciones se fueron al garete y necesitaba hacer un cambio de rumbo. A ver qué tal la nueva andadura.
Un abrazo!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Espero con interés esa entrega que le prometes a m@riel con algún mueble. La verdad es que he visto muy pocos y, según los textos que conozco, parece ser que el mobiliario romano era escaso y poco variado. Pero claro, en las casas de los ricos seguro que era distinto... Saludos cordiales.

Glo dijo...

Buenas tardes,
He estado mirando tu blog y me parece de lo más interesante!
Referente al tema que tratas en la última actualización como dicen los demas comentarios es de lo más interesante porque, como citas, se han conservado muy pocos ejemplares.
No sólo ocurre con los muebles la opulencia sino que también en otros objetos cuotidianos. Me viene a al mente un ejemplo, eso si de época bizantina, el Ivorio Barberini, donde se representa al emperador Justiniano a cavallo y su iconografia es de lo más interesante... Se descubrió que era un posible triptico pero durante años se creyó que era las tapas de un libro... así que pensar que muchas portadas de libros, los más relevantes, eran hechas con ivorio tallado y con incrustaciones de piedras preciosas hoy por hoy nos sorprende gratamente y nos puede parecer inverosímil.
Si no te sabe mal me guardo tu enlace en mi blog y asi puedo ir siguiendo tus actualizaciones.
Un fortísimo abrazo,
Glòria

Kurtz dijo...

Interesante articulo. Ya quisiera yo tener un elemento decorativo asi en mi casa. Creo que estas familias romanas tenian un sentido de la belleza mucho más exacto que el que existe hoy.

El llano Galvín dijo...

Hola Isabel!!
Estos días estoy un poco liado y no sé si voy a poder dedicar mucho tiempo al blog, pero intentaré colgar en breve algunas imágenes. Sorprendentemente las fuentes hablan de escasez de mobiliario en la casa romana, pero la arqueología revela algo muy distinto. En el área vesubiana que es mi tema se han descubierto casas con los ajuares completos y se componían de bastantes muebles, eso sí no tantos como ahora y con formas menos variadas. Armarios, arcones, estanterías, taburetes, camas y divanes, de todo ha aparecido y, en muchas ocasiones, en una misma casa. Claro está que, por regla general, no son muebles de aparato y presentan formas sencillas, pero de todo hay.
Un saludo!!!

El llano Galvín dijo...

Hola Gloria!!
Bienvenida a mi blog; muchas gracias por tu comentario. Estoy encantado de que me enlaces. Conozco la obra que citas y, aunque es distinta al mobiliario, el tipo de decoración sí que es muy similar. Hay marfiles del mismo tipo que decoraban puertas de muebles, por ejemplo, y sí que son muestra del boato del Imperio tardío y del inicio del mundo bizantino.
Un saludo!!!

El llano Galvín dijo...

Hola Kurtz!!
Cuanta razón tienes, el sentido de la belleza es muy distinto ahora a entonces, pero he de reconocer que no todas las piezas conservadas son así de bonitas; algunas son de un gusto más que dudoso, comparables a las cosas que hoy se venden en las tiendas de "chinos".
Hace tiempo que entro en tu blog y no te actualizas, imagino que estarás liado. Un saludo!!!