sábado, 17 de mayo de 2008

Como ya apunté en mi post anterior las muñecas utilizadas por las niñas romanas diferían mucho unas de otras dependiendo del estamento social al que perteneciese su propietaria. Los ejemplos arriba expuestos son un claro ejemplo de ello.
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El primer ejemplar es una muñeca perteneciente a una niña pobre y, por lo tanto, realizada con los escasos elementos a su disposición, en este caso unos simples retales atados para recrear la figura humana. Como todos los ejemplares de este tipo procede del Egipto romano.
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El segundo ejemplar es bien distinto, se trata de una muñeca de marfil que, en el momento de su descubrimiento, portaba numerosas joyas de oro y engastes de piedras preciosas. Pertenecía a una niña, de la élite de la propia ciudad de Roma, llamada Crepereia Tryphaena y fue descubierta junto con su propietaria en un rico sarcófago de mármol. Piezas de este tipo son más bien raras aunque se han descubierto ejemplares en todos los puntos del Imperio, especialmente en contextos arqueológicos de los siglos II, III y IV d. de C. Esta pieza concretamente se alberga en el Museo Comunale de Roma, junto con los restos de su propietaria y todo su ajuar (http://www.araldodeluca.com).
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Las diferencias entre una y otra son pasmosas, sin embargo, no creo que ésto impidiese a sus propietarias disfrutar en el juego. En cualquier caso Crepereia Tryphaena, a pesar de su posición social, falleció en plena infancia y quien sabe si la niña propietaria de la muñeca de trapo pudo disfrutar más tiempo de ella y llegar a la edad adulta para entregársela a sus divinidades protectoras.

3 comentarios:

Fujur dijo...

Estaba machacándome la cabeza pensando dónde había leído algo sobre muñecas romanas... me equivocaba... lo ley sobre muñecas griegas, y efectivamente, no tenían una finalidad lúdica sino religioso-votiba. Lo leí en un libro interesantillo (ameno y con buenas imágenes, hay textos mejores como los de Finley desde luego...) que viene con el número de este mes de la National Geographic Historia.

un abrazo!

El llano Galvín dijo...

¿De donde sacas el tiempo para leer tanto? A veces me quedo pasmado de lo leído que eres.
El tema del juguete es distinto en el mundo griego y romano pero las muñecas griegas no siempre tuvieron una función votiva, muchas de ellas eran verdaderos juguetes que fueron entregados como ofrendas a las divinidades matriarcales por niñas que pasaban a la pubertad y, por tanto, al matrimonio.
En Barcelona y en Ampurias hay ejemplos de estas muñecas, son articuladas y realizadas en barro. Imagino que habrás visto algún ejemplar.
Intentaré mirar tu referencia, aunque todavía no he localizado a Fustel de Coulanges que será mi próxima lectura.
Un abrazo!!!

Fujur dijo...

http://nubiru.blogspot.com/2008/04/la-ciudad-actual.html

este es el artículo que te comentaba sobre fustel ;-)