Las aves, tan queridas por los romanos, son frecuentemente representadas en las decoraciones del III y IV estilo pompeyano. Por regla general no constituyen el tema central de dichas pinturas, sino que se relegan a componer pequeños frisos decorativos, a aparecer posados sobre los elementos arquitectónicos que dividen la decoración o aparecer flotando en medio de los paños que componen la zona media en dichas paredes. El grado de verismo alcanzado en su representación puede llegar a ser excepcional, tanto es así que gran parte de los estudios paleozoológicos de la Antigüedad se basan en sus representaciones.
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En dichas representaciones, normalmente pintadas sobre fondo negro, rojo u ocre, se encuentran múltiples tipos de aves: palomas, tordos, oropéndolas, urracas..., algunos magníficamente pintados, sin embargo yo prefiero utilizar como ejemplo uno de mis pájaros favoritos, el mirlo, pájaro común pero de gran belleza.
7 comentarios:
una pintura preciosa...
un beso*
Hola Sandra!!
A mí también me lo parece, aunque la calidad de la fotografía deja bastante que desear...
Un beso!!!
ciertamente... el ave es maravillosa.
si no me equivoco, mosaicos con motivos faunísticos hay muchos en Túnez y Libia. y muy bien conservados.
un abrazo!
Hola Javier!!
Sí, tienes razón, hay magníficos mosaicos en el Norte de África y también en Turquía, aunque a la hora de estudiar la fauna son más fidedignos los murales, salvo excepciones como aquellos con motivos marinos (en Ampurias se descubrió uno soberbio). Ya colgaré alguno. Un abrazo!!!
Felicidades por el Premio Limonada que desde De Re Coquinaria se te ha otorgado.
Enhorabuena
Saludos
Muchísimas gracias Charo!!!
Un beso!!
Pues de esos pajarillos pompeyanos he sacado unas cuantas fotografías, la mayoría sobre fondo rojo, el rojo pompeyano tan cálido y tan típico junto con el negro. Lo cierto es que además, las representaciones suelen ser de lo más realista y tan preciosas...
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