Las representaciones eróticas en el arte clásico eran una práctica común, conociéndose obras de este tipo pintadas por algunos de los pintores más famosos de la Grecia Clásica, como Parrasios. Siguiendo la influencia helenística, entre las personas cultivadas de la época era costumbre habitual decorar algunas estancias de sus casas y villas con pinturas y mosaicos de temética erótica. Por lo general se localizaban en pequeñas pinacotecas o salas de representación, por lo que se consideraban obras de un gran valor, dignas de ser mostradas a otras personas de gustos refinados.
Un elemento característico en la decoración del jardín romano es la presencia de "oscilla" en los intercolumnios de los peristilos. Se trata de máscaras, medallones (oscillum) o peltas (medallones labrados que reproducen el escudo de las amazonas) de diferentes materiales, aunque lo más frecuente era el uso de mármol blanco pulido y policromado. Dichos elementos se colgaban entre las columnas del peristilo y con el movimiento del aire giraban y provocaban sonidos y destellos, del mismo modo que actualmente utilizamos "móviles" para decorar nuestras casas.
Este elemento decorativo suele tener connotaciones teatrales y, por lo tanto, está asociado con el mundo dionisíaco. De este modo, las representaciones habituales son máscaras teatrales de todo tipo, oscillum decorados con relieves de tipo dionisíaco (sátiros, silenos, panteras, etc) o peltas decorados igualmente con relieves de tipo dionisíaco o con escenas de cacerías. Además de su relación con el mundo dionisíaco, poseían un carácter profiláctico, utilizándose para ahuyentar a los malos espíritus y evitar la entrada del mal de ojo en las viviendas.
El pueblo romano era muy supersticioso por eso es frecuente encontrar numerosos elementos de carácter profiláctico en las viviendas, tanto en sus fachadas como en el interior de las mismas, aunque este es otro tema y quizás lo trate algún día.
La representación pictórica muestra un ejemplo del tipo de máscaras teatrales utilizadas y procede de la decoración del III estilo de un oecus abierto al jardín de la Casa del Brazalete de Oro en Pompeya. Este detalle también lo he utilizado como parte de la decoración de los paramentos del jardín de la casa de Vibia Sabina.
Tras una breve visita al British Museum de Londres vengo absolutamente alucinado con su inmensa colección y con la calidad de las obras allí albergadas. Sin despreciar el resto de piezas quizá lo que más me ha conmocionado ha sido la colección de esculturas y relieves que decoraban el Partenón de Atenas ¡son increibles!