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La corriente de lodo ardiente que asoló la ciudad de Herculano carbonizó instantáneamente todo lo que encontró a su paso permitiendo, en el caso de la madera, conservar su estructura intacta, como se puede ver en las imágines, aunque los pequeños detalles y la finura de labra se hayan perdido para siempre. Los acabados que presentasen dichos muebles son desconocidos; según las pinturas pompeyanas que los muestran éstos presentaban la madera en color oscuro y brillante, probablemente protegida por barnices, pero es seguro que muchos de ellos, especialmente los de maderas de peor calidad, tuviesen acabados pintados, tal y como muestran algunos ejemplos procedentes de Egipto. Sea como sea, la elegancia de formas es indiscutible y es comprensible la fascinación que ejercieron en Europa durante su descubrimiento en el siglo XVIII.
2 comentarios:
¡Qué maravilla de objetos! Es asombrosa la manera en la que se han conservado; al contemplarlos me siento como si tuviese la oportunidad de asomarme a una verdadera casa romana.
Un abrazo.
Es cierto, cosas así permiten hacerse una idea de como podía ser el día a día de un romano del siglo I. Un abrazo!!!
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