jueves, 13 de agosto de 2009

Un clásico elemento decorativo romano son las guirnaldas con distintos elementos entretejidos entre frutas, cintas y flores. Aunque procedente de Alejandría donde poseía un origen religioso, vinculado al culto dionisíaco, en Roma suele aparecer vinculada al mundo teatral siendo frecuente la aparición de instrumentos musicales y máscaras entrelazadas entre los motivos vegetales o pendiendo de la propia guirnalda, tal y como muestran los numerosos ejemplos conservados.
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Íntimamente ligado al mundo sacro y funerario, en su forma de ofrenda, su presencia en el contexto doméstico es común y suele asociarse con ambientes ligados al mundo dionisíaco como son tricliniums y peristilos. De hecho se conservan ejemplos del II estilo pompeyano tanto en la misma Pompeya como en Roma, Solunto o Boscoreale con magníficas representaciones de guirnaldas muy veristas.
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Sin embargo, también pueden funcionar como un símbolo de la cultura teatral del comitente y no es de extrañar que aparezcan dichas guirnaldas con máscaras entretejidas en otros contextos domésticos. Dichas máscaras suelen representar a personajes de la Comedia Nueva creada por Menandro y hablan de la rica cultura helenística de los habitantes de la casa. Un claro ejemplo de ello es el mosaico expuesto arriba procedente de las fauces de la Casa del Fauno en Pompeya, que daba la bienvenida al visitante y le iniciaba en la contemplación de una magnífica colección de mosaicos helenísticos repartidos por las estancias más importantes de la vivienda.
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Este mosaico, como el resto descubierto en la vivienda, es puramente helenístico y fue creado en el siglo II a. de C. y habla de un refinamiento y una cultura muy superior a la esperada en una simple ciudad de provincias como era Pompeya.

3 comentarios:

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Magnífica y didáctica entrada, Juan Carlos, como es habitual en este tu blog. Y ya es casualidad que una servidora tenga una foto del mismo mosaico de la Casa del Fauno, que se expone en el Museo Arqueológico de Nápoles. Se trata de una guirnalda preciosa con esas máscaras trágicas entrelazadas con frutas, hojas y hasta piñas de pino. Leyendo tu entrada he aprendido un montón de cosas que ignoraba sobre él y sobre los mosaicos de ese tipo y que me ha venido muy bien saber. Un besote fuerte, querido amigo.

El llano Galvín dijo...

Hola Mayte!!
Muchas gracias por tu comentario!! Hay montones de objetos de la Antigüedad que descontextualizados se convierten en meros elementos decorativos pero, por regla general, su uso acostumbra a tener un porqué más si tenemos en cuenta que el hombre de antiguo no se acompañaba de tanta profusión de objetos como hoy en día.
Un beso!!

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Hola de nuevo, Juan Carlos: Pues sí, llevas muchísima razón, porque en la actualidad decoramos nuestras viviendas con multitud de objetos cuya finalidad es meramente ornamental, pero en la antigüedad, los objetos poseían una índole puramente funcional, sólo que todo objeto era realizado de forma que la belleza formase parte de intrínseca de él. Todavía hoy, en los inadecuadamente denominados países del Tercer Mundo, vemos que su preciosa artesanía, que nosotros adquirimos como souvenirs y objetos de adorno, son, en realidad, enseres que forman parte de su vida cotidiana. Por ejemplo: lo que a nuestros ojos es un plato de cerámica que decorará nuestra pared, para ellos es el plato en el que sirven su comida principal, un objeto de uso diario que hacen bello, pero cuyo cometido no es ornamental de por sí, sino práctico. Muy buena tu aclaración, querido amigo. Un besote.