"(...) Edipo, hombre en el confín de lo humano que comparece frente a los dioses asumiendo la tragedia de la visión. No sólo vio, sino que adivinaba. Y adivinando no vio aquello que le importaba y que creyó saber. Su ceguera provenía de que creyó saber bastante al conocer la sentencia, el logos del oráculo. Creyó saber por noticia, sin haber visto. El ciego que miraba por sus ojos se hundió en su desnuda condición, en su verdad cierta: no ver, no ver nada".
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El hombre y lo divino, María Zambrano
4 comentarios:
Qué certero fragmento el que has escogido de esta obra de María Zambrano. Sí, el ser humano actúa a menudo como Edipo, cree ver aquello que no ve e ignora justo lo que ve. A veces somos como ciegos inmersos en un mundo de permanentes espejismos. Preciosa entrada, Juan Carlos. Un besote.
Hola Mayte!!
Tienes razón, creo que habitualmente se miran las cosas pero realmente no se ven. Me alegro de que te haya gustado el fragmento, el libro es una pasada aunque no muy ligero. Un beso!!
Hola!!! esta oposición me ph escribirte más... por desgracia.
Creo que, como bien me enseñan los temas, ver y comprender son dos cosas bastante diferentes... en serio jeje!
un abrazo!
Hola Javier!!
Desde luego ver y comprender no son sinónimos, de hecho yo muchas veces veo cosas que te juro no comprendo ¿seré medio lelo? Ja, ja, ja!
Suerte con tu oposición, no desistas así te agotes, el esfuerzo tendrá su recompensa.
Un abrazo!!!
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