anhelante de amor, cubriéndola se tiende.
Fuera de su refugio, con la izquierda su hijo lo alcanzó
y la hoz monstruosa tomó con la derecha,
colosal y de dientes afilados. Al padre, presuroso,
le segó los genitales y hacia atrás los arroja con violencia.
No escaparon en vano de su mano: las gotas
sanguinolentas que iban salpicando
todas recibió Gea, y concluido el círculo de un año,
dio a luz a las soberbias Erinias y a los magnos
Gigantes de armas fúlgidas que empuñan altas lanzas,
y a las Ninfas que llaman Melias sobre la tierra ilimitada.
Amputados por medio del acero, lejos de tierra firme
lanzó los genitales al mar de olas revueltas
y así son largamente llevados por el mar. En torno, espuma blanca
del órgano inmortal iba brotando. Una mujer en ella
llegó a cuajar. A la sagrada isla de Citera
arribó en un principio, y después marchó a Chipre ceñida de corrientes.
El mar dejó la diosa hermosa y venerable, y alrededor la hierba
bajo sus delicados pies iba creciendo. Y la llaman a ella
Afrodita los dioses y los hombres, porque entre las espumas
se formó, y también Citerea, porque arribara a la isla de Citera
y Ciprogénea otros porque naciera en Chipre que baña en torno el mar.
La acompaña el Amor y el hermoso Deseo la ha seguido
recién nacida y luego, al integrarse al grupo de los dioses.
Desde el principio goza este tributo y tiene designada esta parcela
del destino entre hombres y dioses que no mueren:
intimidad con jóvenes, sonrisas, fingimientos,
dulcísimo placer, delicias y ternuras.
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Teogonía, Hesíodo
5 comentarios:
Precioso texto. Me ha impresionado. Besos.
Hola Isabel!!
Perdona la tardanza en responderte, pero es que estoy muy liado.
Hesíodo, a mi gusto, sigue siendo uno de los grandes escritores de la Grecia antigua, y sus textos imprescindibles para estudiar según que aspectos.
Un beso!!
Lección de mitología dada por un clásico, ocasión pocas veces dada. ;-)
Hola Javier!!
Desde luego que sí, quien mejor que Hesíodo para aprender mitología, sin olvidar a Homero, claro está.
Un abrazo!!
No conocía ese texto de Hesíodo, es de una prosa tan bella como la Afrodita que describe. Se nota tu gusto por las culturas clásicas. Ya somos dos. Un besote.
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