domingo, 1 de febrero de 2009

Al principio el arte del puzzle parece un arte breve, un arte de poca entidad, contenido todo él en una elemental enseñanza de la Gestalttheorie: el objeto considerado (...) no es una suma de elementos que haya que aislar y analizar primero, sino un conjunto, es decir una forma, una estructura: el elemento no preexiste al conjunto, no es ni más inmediato ni más antiguo, no son los elementos los que determinan el conjunto, sino el conjunto el que determina los elementos: el conocimiento del todo y de sus leyes, del conjunto y de su estructura, no se puede deducir del conocimiento separado de las partes que lo componen: esto significa que podemos estar mirando una pieza de un puzzle tres días seguidos y creer que lo sabemos todo sobre su configuración y su color, sin haber progresado lo más mínimo: sólo cuenta la posibilidad de relacionar esta pieza con otras y, en este sentido, hay algo común entre el puzzle y el arte del go; sólo las piezas que se hayan juntado cobrarán un carácter legible, cobrarán un sentido: considerada aisladamente una pieza de un puzzle no quiere decir nada; es tan sólo pregunta imposible, reto opaco; pero no bien logramos, tras varios minutos de pruebas y errores, o en medio segundo prodigiosamente inspirado, conectarla con una de sus vecinas, desaparece, deja de existir como pieza: la intensa dificultad que precedió aquel acercamiento, y que la palabra puzzle -enigma- expresa tan bien en inglés, no sólo no tiene ya razón de ser, sino que parece no haberla tenido nunca, hasta tal punto se ha hecho evidencia: las dos piezas milagrosamente reunidas ya sólo son una, a su vez fuente de error, de duda, de desazón y de espera.
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La vida instrucciones de uso, Georges Perec

3 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Un texto precioso y preciso el que has seleccionado. Debo decirte que soy muy aficionada a los puzzles, me parecen siempre un reto y cada vez que abordo uno, aprendo algo nuevo. Este texto tiene una gran significación más allá del juego, porque va directo a la estructura de las relaciones, de la observación, de la realidad.
Por otra parte, quiero decirte que me ha gustado también mucho el post del calzado. Eres un pozo de sabiduría. Besos y feliz semana.

El llano Galvín dijo...

Hola Isabel!!
Muchas gracias por tus palabras, aunque te aseguro que no soy un pozo de sabiduría ¡ojalá!
Yo no soy muy amigo de los puzzles (aunque esté haciendo algo así como un puzzle gigante que es la reconstrucción de una vivienda pompeyana) pero me gustó mucho el fragmento porque como bien dices igual sirve para analizar un puzzle que la realidad. Se necesitan muchas piezas para conocer cualquier cosa aunque sólo sea de una forma muy somera.
Un beso!!!

sandra dijo...

recuerdo esta la historia...es una maravilla! gracias por recordarmela!