miércoles, 4 de junio de 2008

La rica cultura popular de la Antigüedad ha dejado su huella en forma de inscripciones o graffitis. Tanto es así, que los muros de las ciudades griegas y romanas estaban llenos de inscripciones. Su conservación en el área vesubiana ha sido fundamental para conocer numerosos aspectos acerca de la forma de vida de las clases populares del mundo romano.
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Estos graffitis tratan todos los aspectos que se pueda imaginar aunque, sin duda, son los de tipo amoroso los más populares. Ya fuese en forma de citas de obras literarias célebres, de poesías populares, de celebraciones acerca de una conquista amorosa, de los celos hacia el rival amatorio, de dibujos más o menos explícitos del acto sexual, de imágines icónicas del acto sexual realizadas con textos... el amor estaba presente en todos los puntos de la ciudad. Dichas inscripciones se encontraban tanto en el interior como en el exterior de las casas, llegando en algunos casos a dar nombre a alguna vivienda como es el caso de la Casa de los Castos Amantes de Pompeya, que ha tomado su nombre de la célebre inscripción presente en su peristilo que reza: "Los amantes como las abejas buscan una vida dulce como la miel". Pero no todas las inscripciones son tan inocentes, un ejemplo de ello es el dibujo inciso arriba expuesto o esta inscripción descubierta en una caupona pompeyana: "Estabilio Borracho dice de su taberna: aquí, por la calidad de los vinos, acabas, de las tetas de Venus, por mamar".
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Aunque los graffitis amorosos son los más comunes podemos encontrar ejemplos de todo tipo, desde simples firmas hasta caricaturas de personajes célebres, pasando por citas de obras célebres, listados de productos y precios, e incluso dibujos de escenas gladiatorias con los nombres de los luchadores y sus triunfos en la arena. Tan frecuentes eran que en la Basílica de Pompeya apareció la siguiente inscripción: "Me admiro, pared, de que tú no hayas caído en la ruina, sustentando los tedios de tantos escritores". Además, en las fachadas de tiendas y viviendas eran tan abundantes que las inscripciones eran constantemente borradas por los dealbatores (blanqueadores), aunque pronto se cubrían por otras nuevas.
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Desde luego son la máxima representación de la cultura llana y popular y permiten realizar una recreación de sus formas de vida de una forma más precisa que siguiendo los textos clásicos, ya que en su gran mayoría pertenecen al mundo culto y tratan temas elevados, salvo excepciones como el genial Marcial.

2 comentarios:

Fujur dijo...

En verdad, este tema es uno sobre los que más me habría gustado que se escribiera algo interesante algún día (o descubrir que se haya escrito). La Roma real es más la que se paradoia en estos signos que la recreada (diría yo parodiada) en las películas del Heston...

El llano Galvín dijo...

Hay un pequeño libro en castellano, que si bien no es lo mejor que se ha publicado acerca de los grafittis si da una imagen clara de cómo era el mundo clásico, titulado "La cultura popular en la Antigüedad Clásica" de Pedro Paulo Funari que tal vez te pueda interesar.
Lo de las películas que comentas para mí es una auténtica tortura, cualquier relación real con el mundo romano, griego, egipcio o lo que quieras es pura coincidencia, parece mentira que utilicen historiadores como asesores. En las grandes producciones americanas de los años 50 y 60 se puede perdonar pero hoy por hoy se hace cada barbaridad que da miedo. Incluso en el famoso documental sobre Pompeya de la BBC aparecían tomates y pimientos en el mercado ¡en fin!