lunes, 2 de junio de 2008

En el post anterior hablé someramente de las distintas tipologías de techos o sofitos que cubrían las estancias de las casas romanas. Quizá el más común es el techo con vigas vistas que podía dar lugar a dos modalidades, presentar la madera a la vista, sin ningún tipo de decoración o sencillos motivos tallados o pintados, o presentar las vigas a la vista, policromadas o no, y el entrevigado decorado, ya fuese con pinturas al fresco o con pintura directamente sobre la madera.
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Las viviendas más modestas es indudable que presentaban este tipo de techos y, casi con seguridad, sin ningún tipo de decoración y con vigas sin desvastar, como se ha podido comprobar en Pompeya. En casas más adineradas estos techos sí se encontraban decorados y es probable que presentasen ricas decoraciones, aunque los escasos ejemplos conservados muestran sencillos motivos decorativos.
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El ejemplar arriba expuesto cubre las fauces, corredor de acceso al atrio desde la calle, de la Casa de los Ceii en Pompeya. Se trata de uno de los escasos ejemplos conservados in situ, ya que al cubrir un estrecho corredor no hubo posibilidad de desplome, permitiendo descubrir las pinturas en su posición original. Aunque se trate de un ejemplo muy sencillo da una idea del rico efecto decorativo que debían presentar dichos techos.
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La fotografía está tomada de:

2 comentarios:

Fujur dijo...

Significa esto que en Castilla hemos estado utilizando el mismo tipo de techo hasta fechas recientes??

quién dijo que los herederos de Roma eran los bizantinos... jeje

un abrazo!

El llano Galvín dijo...

Desde luego que en Castilla hemos estado utilizando el mismo tipo de techo, además de montones de sistemas constructivos que tradicionalmente se vienen atribuyendo a la dominación islámica en España.
Tradicionalmente los libros de historia o arte atribuyen al mundo romano una serie de características, como el uso de la bóveda, del hormigón y cosas así, olvidando los elementos más tradicionales y usados. Por ejemplo, el uso de gigantescas cúpulas de hormigón sólo estaba reservada para edificios de especial importancia; eran grandes obras de ingeniería que poco o nada tenían que ver con la arquitectura tradicional romana, adaptada a los materiales y a las características geográficas de cada zona.
Hay un libro imprescindible para conocer este tema: "La construcción romana. Materiales y técnicas" de Jean-Pierre Adam.

Un abrazo!!!